ERROR 404: 80 MINUTOS INTENSOS
24 de Octubre de 2015, 17:00 h.
Saco la guitarra del soporte, la afino y la meto en la funda. Agarro la tarjeta del bus, la cartera y salgo por la puerta. A las seis de esa misma tarde tocamos en la plaza del Pilar, y me queda un camino de más de media hora hasta allí. Aparece a lo lejos el bus suspiro un poco más tranquilo y subo, me encuentro con Daniel, guitarrista nuestros nervios chocan con la calma total de los demás viajeros, lo que nos hace ponernos más nerviosos, o al menos a mí eso me parece.
Llaman por teléfono preguntando dónde estamos, porque ya son y media, otra llamada, esta vez de Óscar y Antonio, batería y cantante son las seis menos cuarto y solo están ellos, se abren las puertas echamos a correr llegamos ya está ahí Víctor, el bajista. El anterior grupo se despide y nos dan la entrada. Aún no está Javi, nuestro violinista. Probamos un poco el sonido y en el momento en el que nos decidimos a empezar sin él oímos un grito desde abajo, y le vemos preguntando a ver por dónde se subía al escenario. Entra, enchufa, Antonio presenta y, esta vez si, empezamos.
24 de Octubre de 2015, 18:10 h.
Primera canción, primer desastre. Perfecto, entrando con fuerza. Ya se ha pasado la tensión, pero seguimos todos un poco idos. Terminamos. Aplausos de cortesía, nos parecen. Nos miramos preguntándonos que tal saldría la siguiente. Eran cuatro temas, y uno ya había ido mal. Miramos al público. Proseguimos. Esta sí. Ya tenemos los dedos calientes y todo va genial. Los nervios se han sustituido por la alegría de estar ahí, sonando bien. Los colegas desde abajo animando y la gente que no nos conoce disfrutando. No importa nada. Ya estamos ahí. Llegamos a la cuarta canción y un organizador nos dice que da tiempo a un tema más. Y nosotros sin haber ensayado un bis. Nos apañamos con lo que tenemos en la memoria y tocamos el quinto tema. Mejor de lo que esperábamos, por cierto. Se acaba el concierto, nos despedimos, nos vamos detrás del escenario. Nos dan una mochila a cada uno y un botellín de estos de agua. Se agradece. Viene Cristina, contenta, a felicitarnos.
Fueron veinte minutos, nada más, eso sí contando la hora de antes del bolo, se podría decir que fueron los ochenta minutos más intensos que tuvimos y que tendremos en mucho tiempo.
Han pasado dieciocho días del concierto, y me alegro cada vez que pienso en todo lo que pasó esa tarde Solo me queda decir, de parte de todos, muchas gracias.
Héctor Navarro Francés, 11 de noviembre de 2015